Para toda persona que se diga fotógrafo sabe que la máxima expresión de nuestro trabajo es ver nuestras imágenes impresas, la impresión es la prueba palpable de nuestras capacidades técnicas, artísticas, y si además nos pagan por ese trabajo, es motivo de orgullo y ego profesional, sin embargo, el verdadero fotógrafo sabe que de nada sirve cuidar todos los detalles de la toma si no se cuida el proceso final: la impresión.

La decepción de una mala impresión es más permanente, por...


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